En los días de la llegada del euro, todo españolito de a pie que se preciase sabia que no podia salir de casa sin estar armado de una estupenda y maravillosa eurocalculadora.
Los bancos y comercios se afanaban en regalarnos estos sofisticados artilugios, desafortunadamente ahora podemos decir que el efecto 2000 si existio, por que la conversión de todas ellas era erronea. ¡Recuerden! 1 euro = 100 pesetas, lo demas son paparruchas.
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